sábado, 14 de agosto de 2010

Un lago argentino alienta nuevas hipótesis sobre la vida en Marte y otros planetas



Un lago de la provincia de Catamarca, al noroeste de Argentina, puede dar pistas sobre cómo comenzó la vida en la Tierra y cómo se podría vivir en otros planetas, ha explicado un equipo del Consejo Nacional de Investigación Científica de Tucumán. Sus integrantes encontraron millones de "super" bacterias en el interior de un espejo de agua, situado en el centro de un cráter volcánico gigante, a más de 4.700 metros sobre el nivel del mar y que posee muy poco oxígeno.

El hábitat de las bacterias es similar al de la Tierra primitiva, antes de que los organismos vivieran y respiraran en una protectora atmósfera con oxígeno por todo el planeta. Las condiciones de esta laguna, llamada 'Diamante', incluyen altos niveles de arsénico y alcalina y podrían también dar una luz sobre la vida fuera del planeta.

"Además de ser una ventana para mirar hacia nuestro pasado, estas lagunas y las bacterias que sobreviven en ellas, guardan el secreto de mecanismos de resistencia a condiciones extremas que pueden tener muchas aplicaciones biotecnológicas", dijo María Eugenia Farías, parte del quipo que descubrió las formas de vida en el lago Diamante a principios de este año.

Si las bacterias pueden sobrevivir aquí, añade la investigadora, podrían sobrevivir en un lugar como Marte. Los llamados "extremófilos" han sido descubiertos en otros lugares del mundo y podrían tener un significativo valor comercial. Las bacterias que descomponen los lípidos se utilizan en los detergentes, por ejemplo.

Características de las bacterias

Las características de estas bacterias, sin embargo, denominadas "poliextremófilas", son excepcionales ya que prosperan en las más difíciles circunstancias. "Lo que tenemos aquí es una serie de condiciones extremas todas juntas y es eso lo que hace al hallazgo único en el mundo", dijo Farías, microbióloga del Consejo Nacional de Investigación Científica.

El lago tiene un nivel de arsénico 20.000 veces superior al considerado seguro para el agua potable y su temperatura a menudo está bajo el nivel de congelamiento. Pero, como el agua es tan salada, cinco veces más salada que el agua de mar, el hielo nunca se forma.

"Por ejemplo, estas bacterias están muy expuestas a la radiación ultravioleta y su DNA se muta mucho, entonces los mecanismos que usan ellas para sobrevivir a estas mutaciones pueden ser aplicados en la industria farmacéutica", señaló Farías. Incluso podría tener futuras aplicaciones comerciales en productos como bloqueadores solares, agregó.

Farías y su equipo están buscando financiamiento argentino para producir un metagenoma de las bacterias, un avanzado estudio que proporciona una secuencia de ADN de toda la colonia de microbios. Esta investigación permitiría estudiar la bacteria en Argentina y que el país sudamericano tenga el dominio de las potenciales patentes lucrativas para los nuevos antioxidantes o enzimas que pudieran derivar de esta bacteria.

http://www.elmundo.es

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