l grupo de científicos reunido esta semana en La Granda, con Santiago Grisolía a la cabeza, ha firmado hoy un manifiesto en el que, entre otras cuestiones, pide la “observación estricta” y el “acompañamiento legislativo” que evite el uso de Internet “para actividades delictivas y la divulgación de conceptos falsos”
Delitos la difusión de pornografía infantil a través de Internet deben ser perseguidos, aunque sea difícil conjugar una legislación con el derecho a la intimidad, según ha explicado la bioquímica Elena Bendala-Tufanisco, que es la secretaria del curso.
El documento, denominado “Manifiesto de La Granda 2010”, lleva la firma de José María Baldasano, José Duato, José María Fernández-Rúa, Francisco García Novo, Santiago Grisolía, Víctor de Lorenzo, Teodoro López-Cuesta, Marcelo Palacios, Ramón Tamales y Juan Velarde Fuertes.
A lo largo de ocho puntos, se hace constar que la implantación de las nuevas tecnologías tiene el potencial de producir un cambio social “semejante a la etapa inicial de la revolución industrial”.
El manifiesto define a la ciencia como una magnífica herramienta para estudiar la naturaleza, conocer sus mecanismos y predecir sus comportamientos futuros.
A fin de garantizar la “imprescindible” información a la sociedad de los avances científicos, es “imperiosa” la colaboración de los investigadores y los agentes sociales, incluidos periodistas.
Este grupo de expertos entiende que, al igual que existen periodistas deportivos que muestran a la sociedad las hazañas de los profesionales del deporte, deben existir periodistas científicos “que muestren la labor cotidiana de los investigadores y permitan a la sociedad en su conjunto participar en los esfuerzos realizados”.
Los resultados del conocimiento y los desarrollos tecnológicos pueden mejorar la calidad de vida y contribuir al desarrollo económico y social, según este documento, que hace la advertencia de que, como cualquier actividad humana, “además de ser utilizados con fines benéficos pueden emplearse con objetivos dolosos”.
Por ello, es necesario que la sociedad, en su conjunto, posea un conocimiento de la ciencia que le permita tomar decisiones fundamentadas, “puesto que todas las personas tienen el derecho a participar de los progresos científicos”.
Ello requiere un esfuerzo creciente en la educación y formación desde la infancia que consolide la comprensión de la ciencia en particular, y de la sociedad en general, que permita a los ciudadanos tomar decisiones personales, basadas en el conocimiento de los riesgos y ventajas reales “y no influidas por el temor irracional a lo desconocido o manipuladas por grupos con intereses propios”.
En todos los campos, y muy especialmente en los referentes a la protección medioambiental y el desarrollo sostenible, “es imprescindible que la población adquiera conciencia de la repercusión sobre el planeta de los actos individuales, asuma las consecuencias y se haga eco de los planteamientos que garanticen la sustentabilidad de la vida”.
Además, este grupo de científicos, considera “perentoria” la concienciación social de la importancia de un cambio de los actuales mecanismos productivos y de consumo energético “para controlar el creciente efecto del hombre en el cambio climático, así como el análisis de las consecuencias del continuado aumento de la población humana”.
Para la promoción social de la ciencia, los firmantes del manifiesto consideran conveniente modificar el tratamiento fiscal de las actividades de investigación y desarrollo, “particularmente en el actual contexto económico”. leer mas
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