sábado, 30 de enero de 2021

Mantenga esta superficie sucia


 Una directiva de "no tocar" se aplica tanto a una pintura Matisse como a este experimento Matiss a bordo de la Estación Espacial Internacional.

Diseñados para probar las propiedades antibacterianas de las superficies hidrofóbicas (o repelentes al agua) en la Estación, los portamuespales del experimento mejorado Matiss-2.5 han hecho su trabajo durante aproximadamente un año a bordo y ahora están de vuelta en la Tierra para su análisis.

Las bacterias son un gran problema en el espacio, ya que tienden a acumularse en la atmósfera constantemente reciclada de la Estación Espacial. Para los seis astronautas que viven en el hábitat de la humanidad en el espacio, mantener la Estación limpia es una parte importante de su vida para evitar bacterias y hongos. Todos los sábados es día de limpieza, cuando toda la tripulación limpia las superficies, aspira y recoge los residuos.

Matiss o Microbial Aerosol Tethering on Innovative Surfaces in the international Space Station, impulsado por la agencia espacial francesa CNES, en colaboración ENS de Lyon y CEA-Leti, y encargado en 2016 por el astronauta de la ESA Thomas Pesquet, examina el rendimiento de cinco materiales avanzados para prevenir que los microorganismos causantes de enfermedades se asienten y crezcan en microgravedad.

El experimento consiste en placas que contienen cada uno los cinco materiales a probar más una superficie de control de vidrio. Las unidades están abiertas en los lados para permitir que el aire fluya naturalmente a través y recoger cualquier bacteria que flota pasado.

El primer conjunto del experimento Matiss, conocido como Matiss-1, proporcionó algunos puntos de datos de referencia para los investigadores. Se establecieron cuatro portamuestras en tres lugares diferentes dentro del laboratorio europeo Columbus, donde permanecieron durante seis meses.

Una vez que estas muestras fueron devueltas a la Tierra, los investigadores caracterizaron los depósitos formados en cada superficie y utilizaron el material de control para establecer una referencia para el nivel y el tipo de contaminación que se espera durante medio año.

Una continuación del experimento, conocido como Matiss-2, vio cuatro portamuestras idénticos que contenían tres tipos diferentes de material instalado en una sola ubicación en Columbus. Este estudio tenía como objetivo comprender mejor cómo la contaminación se propaga a lo largo del tiempo a través de las superficies hidrofóbicas y de control. El Matiss-2.5 mejorado tenía como objetivo estudiar cómo la contaminación se propaga, esta vez espacialmente, a través de las superficies hidrofóbicas utilizando muestras modeladas.

Los materiales son una mezcla diversa de tecnología avanzada, desde monocapas de autoensamble y polímeros verdes hasta polímeros cerámicos y sílice híbrida repelente al agua. Los materiales inteligentes deben impedir que las bacterias se peguen y crezcan en grandes áreas, y hacerlas más fáciles de limpiar y más higiénicas, pero ¿cuál funciona mejor?

Comprender la eficacia y el uso potencial de estos materiales será esencial para el diseño de futuras naves espaciales, especialmente aquellos que llevan a los seres humanos padre en el espacio.

Los hallazgos también podrían conducir al desarrollo y a un mayor uso de superficies antimicrobianas en los botones de los ascensores y las manijas de las puertas, en las barras, en el transporte público y en otras zonas de alto tráfico.https://content.govdelivery.com/accounts/EUESA/bulletins/2ba0b19

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