La frecuencia vibratoria más fuerte del metano (alrededor de 3.3 micrones) ocurre en la mitad inferior de la Banda L de los astrónomos en el infrarrojo cercano, y es fácilmente detectable en la atmósfera marciana desde espectroscopios terrestres en lugares altos y secos como Hawai y Chile. Sin embargo, la resolución de líneas de absorción espectral específicas que identifican categóricamente el metano se discute en la literatura, al igual que sus orígenes. Con la construcción propuesta de telescopios extremadamente grandes que operan en el óptico / NIR, la pregunta fue: ¿podrían estos ELT complementar, o incluso reemplazar, los instrumentos espaciales entrenados con metano marciano?
Una revisión de 2012 de los espectrómetros NIR del pasado inmediato, presente y futuro en la Tierra, en el aire, en la órbita terrestre, en la órbita solar, en la órbita L2, en la órbita de Marte y en Marte, reveló una amplia gama de capacidades y limitaciones. Las resoluciones espaciales, espectrales, radiométricas y temporales se consideraron todas y se encontraron complejas, interrelacionadas y altamente específicas del instrumento.
El Telescopio Gigante de Magallanes, el Telescopio de Treinta Metros y el Telescopio Europeo Extremadamente Grande tendrán cada uno al menos un espectrómetro de Banda L apoyado por óptica adaptativa de última generación y será capaz de una resolución espacial, espectral y radiométrica extrema. Replicar las observaciones a lo largo del tiempo proporcionará una restricción crítica a las consideraciones teóricas sobre los orígenes bióticos o abióticos de cualquier metano detectado y se recomienda que se extraigan los conjuntos de datos existentes, que los casos científicos para los ELT incluyan metano marciano y que se mejore la colaboración entre equipos científicos.http://astrobiology.com/2020/08/potential-for-observing-methane-on-mars-using-earth-based-extremely-large-telescopes.html
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