Medio siglo de la exploración espacial ha creado un manto de basura alrededor de la Tierra. Como parte de su iniciativa Clean Space, la ESA tiene previsto abordar el problema directamente: mediante el diseño de misiones especializadas de eliminación.os 5.000 lanzamientos espaciales desde 1957 han dado lugar a una población en órbita de más de 22 000 objetos rastreables de un tamaño superior a una taza de café. Sólo alrededor de 1.100 de ellos son satélites operativos, el otro 95% son desechos espaciales.
Más de un centenar de expertos europeos de la industria, la academia y las agencias espaciales nacionales se reunieron en ESOC
- el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt, Alemania- el 17 y 18 de septiembre para discutir formas de eliminar los desechos activamente desde la órbita.
El evento se llevó a cabo como parte de la nueva iniciativa de la ESA Space Clean, dedicada al desarrollo de técnicas y herramientas para reducir el impacto ambiental de la industria espacial y asegurar su sostenibilidad.
La iniciativa no solo cubre actividades industriales con base en tierra, sino también la conservación del espacio cercano a la Tierra de una manera utilizable. Europa está lejos de ser el contaminador más grande de espacio - pero el problema afecta a todos.
Evitar los escombros maniobras se ha convertido en rutina para las tripulaciones de la Estación Espacial Internacional, y el problema está empeorando: los bajos niveles de desechos orbitales se han incrementado un 50% en los últimos cinco años.
La reducción de los desechos de las futuras misiones no es suficiente. Incluso si todos los lanzamientos terminarán mañana, la cantidad total de residuos iría en aumento.
Las colisiones siguen siendo escasas por ahora, pero corre el riesgo de explosión de viejos satélites debido a las sobras de combustible o baterías parcialmente cargadas con luz solar orbital. Tales explosiones conducirían a niveles de residuos de "densidad crítica".
"La única manera de superar esto es para intervenir y reducir el número de objetos en el entorno de una recuperación activa de objetos fuera de servicio", agregó el director.
"La eliminación de un objeto de gran tamaño no controlada es un reto tecnológico enorme - pero mediante la eliminación del orden de cinco a 10 objetos de ese tipo por año, sería posible controlar el crecimiento de los desechos mientras que las actividades normales de la nave espacial se podrían continuar".
Los cargueros automáticos ATV pueden realizar la reentrada de acoplamiento y controlada con una precisión sin precedentes, y confiere a la industria europea conocimientos valiosos para empezar a abordar este problema.
El ATV 5, que volará en 2015, contará con sensores ópticos experimentales que podrían ser utilizados para un encuentro futuro con objetos de este tipo. Los participantes del taller coincidieron en que se trata de una "bala de plata", no solo para hacer frente a todo tipo de residuos, sino para la investigación en múltiples frentes, con el objetivo de organizar un proyecto prototipo de misión en un plazo de tres años.http://www.europapress.es leer mas
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