miércoles, 26 de mayo de 2010

La NASA da por muerto el laboratorio Phoenix


Washington (EFE).- La Agencia Espacial de EEUU, NASA, ha dado finalmente por muerto al laboratorio Phoenix Mars Lander, la sonda que encontró evidencias de agua en Marte, ya que no ha podido superar el invierno marciano, informó el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).
egún indica hoy la NASA en su página Web, una nueva imagen transmitida por el Mars Reconnaissance Orbiter indica que el hielo de Marte dañó irreparablemente los paneles solares del laboratorio durante el invierno en el planeta rojo, que es dos veces más largo que el de la Tierra.

Aún así, según Fuk Li, responsable del Programa de Exploración de Marte, el trabajo del laboratorio Phoenix "ha tenido éxito en sus investigaciones y ha superado el tiempo de actividad que se le suponía".

Igualmente destacó que, aunque su trabajo ha terminado, "el análisis de la información científica que ha facilitado continuará aún durante algún tiempo".

La pasada semana, la NASA indicó que los primeros esfuerzos por recuperar el contacto y revivir al laboratorio tras el invierno marciano no habían tenido éxito.

Phoenix "no fue designado para sobrevivir en la oscuridad, el frío y el hielo del invierno", reconoció hoy la NASA.

El último intento por recuperar las comunicaciones con el vehículo se inició el lunes 17 de mayo y se llevó a cabo a través de un enlace con la nave Mars Odyssey, cuyas órbitas pasaron por encima de donde se encuentra Phoenix, en el extremo norte del planeta.

Tras estos movimientos, la NASA informó de que el orbitador no había detectado ninguna señal del Phoenix Mars Lander.

Se realizaron igualmente nuevos intentos de comunicación con Phoenix en los días siguientes, pero al no obtener respuesta, se decidió dar la nave por perdida.

El Laboratorio de Propulsión a Chorro emprendió estos últimos esfuerzos a pesar de saber que eran virtualmente nulas las posibilidades de establecer contacto con la Sonda.

"Como se esperaba, la reducción de la luz solar (en el hemisferio norte del planeta) ha dejado al 'Phoenix', que operaba con baterías solares, sin energía para mantenerlas cargadas", señaló el JPL en esa ocasión.

Phoenix descendió sobre la superficie marciana el 25 de mayo de 2008 con el objetivo de confirmar la existencia de agua en el planeta mediante análisis hechos en el laboratorio que llevaba a bordo.

Y lo consiguió, ya que Phoenix confirmó la existencia de extensos depósitos de hielo subterráneo que habían sido detectados por el Oddyssey e identificó un mineral llamado carbonato de calcio que sugiere la presencia ocasional de agua descongelada.

La NASA indica también en su web que "la mayor sorpresa" de esta misión fue el descubrimiento de un perclorato, una sustancia química que constituye un alimento para algunos microbios pero es potencialmente tóxica para otros.

Aunque con dificultades, la NASA todavía mantiene en operaciones a los vehículos exploradores "Spirit" y "Opportunity", los cuales descendieron sobre la superficie del planeta hace casi cuatro años.

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