JUDITH DE JORGE | MADRID
Hace tan sólo unos meses, científicos de la Universidad de Florida (EE.UU.) anunciaban el hallazgo de la que podría ser la primera partícula de materia oscura, la misteriosa sustancia que mantiene «pegado» al Universo. El detector CDMS (Cryogenic Dark Matter Search), construido en las profundidades de un mina en Minnesota, había captado dos posibles candidatos, aunque los investigadores reconocían que aún estaban lejos de poder confirmar el espectacular descubrimiento. Sus competidores en la carrera por lograr este hito científico no están dispuestos a cederles el premio con facilidad. Los científicos de la Universidad de Columbia que trabajan en el experimento XENON, que se presenta como el detector de partículas más sensible del mundo, aseguran que los avances de los otros equipos no son consistentes, ya que su máquina es la más potente y, en palabras sencillas, si ellos no lo han visto, no ha podido verlo nadie. Es decir, que la partícula de materia oscura se mantiene escurridiza y enigmática.
«Las partículas de materia oscura continúan escapándose a nuestros instrumentos, aunque nos hemos vuelto más inteligentes en nuestra búsqueda y confiamos en que pronto daremos con ella», asegura la física Elena April, portavoz del experimento XENON100. April y sus colaboradores, más de tres docenas de físicos de nueve instituciones de todo el mundo, ofrecerán datos de su trabajo el próximo verano, pero son realistas: no espera encontrar materia oscura en ese plazo de tiempo. En su lugar, aseguran que su detector es el mejor en este campo, ya que es el más eficaz en descartar la radiación de fondo que puede ser confundida con estas esquivas partículas.
Partículas WIMPSLa materia ordinaria, aquella que da forma a todo lo que podemos ver, desde un pequeño insecto a una galaxia, sólo suma el 4% del Universo. El inmenso 96% restante lo forman la materia y energía oscuras, que todavía suponen un enorme misterio. Por eso, la búsqueda de materia oscura se ha vuelto cada vez más competitiva. En 1997, un grupo de científicos de la Universidad de Roma se convirtió en el primero en reclamar el hallazgo y el pasado febrero los del CDMS anunciaron haber encontrado una señal. Los nuevos resultados de XENON100 ponen en duda las anteriores investigaciones. Si las primeras señales fueran en realidad materia oscura, esta máquina habría visto docenas de eventos, a menos que las propiedades de la materia oscura, las partículas denominadas WIMPS, sean muy diferentes a las esperadas. El detector consiste en un recipiente de acero inoxidable lleno de xenón líquido ultra puro colocado entre dos cámaras de alta sensibilidad. Se encuentra por debajo de los 5.000 metros de roca en el Gran Sasso Underground Laboratory (LGNS), situado en Italia, en una cámara de plomo y cobre que, junto a la roca, ayuda a filtrar la radiación de fondo que de otra forma se puede confundir con WIMPS. «El xenón es un material maravilloso para la captura y el estudio de estas partículas», asegura Aprile.
Según explican los científicos en la revista Physical Review Letters, en caso de que una partícula de materia oscura se pusiera en contacto con un átomo de xenón, se transferiría una pequeña cantidad de energía que daría lugar a la emisión de un destello de luz ultravioleta. Este aviso sería inmediatamente recogido por las cámaras. Además, la energía también se manifiesta en una pequeña cantidad de carga eléctrica más débil que la producida por el paso de otras partículas conocidas. Si el detector registra esta luz y la carga energética y puede excluir con certeza que no han sido producidas por otras fuentes, los científicos podrían brindar con champange.
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