El Vehículo Experimental de Re-Ingreso (IRVE) tiene la forma de un hongo gigante que se empaquetó al vacío dentro de un cilindro de unos 40 centímetros de diámetro, pero que al abrirse y llenarse de nitrógeno desplegó sus casi 3 metros de amplitud.
El "paraguas gigante" está hecho de varias capas de silicona industrial y se probó desde la instalación de vuelos Wallops en la isla homónima en la costa este de Virginia, EE.UU.
El cohete-sonda Black Brant 9 despegó hoy a las 8:52 a.m EDT y le tomó aproximadamente 4 minutos en llevar el experimento a una altitud de 210 kilómetros. Menos de un minuto después se liberó la cubierta y se comenzó a inflar, proceso que duró 90 segundos.
"Estamos emocionados hoy porque es la primera vez que alguien ha volado exitosamente un vehículo de re-ingreso inflable", comentó Neil Cheatwood, principal investigador de IRVE y jefe científico en el Centro de Investigación Langley.
De acuerdo a las cámaras y sensores a bordo, el escudo se expandió a su tamaño completo para luego caer libremente a alta velocidad. La clave de la investigación vino a los seis minutos y medio del vuelo, a una altitud de 80 km, cuando re-ingresó en la atmósfera y experimentó un pico de calor y presión por 30 segundos.
El sistema de telemetría a bordo capturó datos de los instrumentos durante la prueba y transmitió la información a los ingenieros en tierra en tiempo real. El experimento se hundió en el Océano Atlántico a 144 km al este de la isla.
"Esta fue una demostración de pequeña escala. Ahora que hemos probado el concepto, queremos construir un aeroescudo más avanzado capaz de manejar tasas de calor más altas", señaló Mary Beth Wusk, gerente de proyecto IRVE.
Fuente: Noticias del cosmos
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