Ilustración que muestra una estrella siendo destruida por las fuerzas gravitatorias de un agujero negro. Crédito: DESY, Science Communication Lab.
En octubre de 2018, una estrella pequeña fue destrozada cuando se acercó demasiado a un agujero negro en una galaxia situada a 665 millones de años luz de la Tierra. Casi tres años después de la masacre, el mismo agujero negro está iluminando de nuevo los cielos pero no ha tragado nada nuevo, según los científicos.
«Esto nos pilló completamente por sorpresa – nadie habia visto algo así antes», explica Yvette Cendes (CfA). Cuando una estrella se acerca demasiado a un agujero negro, las fuerzas gravitatorias la estiran, «espaguetificándola». Este material alargado que gira alrededor del agujero negro se calienta, emitiendo un haz luminoso que puede verse a millones de años luz de distancia. Parte del material espaguetificado resulta, en ocasiones, lanzado de nuevo al espacio. Sin embargo, esta emisión se produce normalmente poco después de la destrucción de la estrella, no años más tarde.
Los investigadores concluyen que el agujero negro está expulsando ahora este material, que viaja a la mitad de la velocidad de la luz, pero no están seguros de por qué se ha demorado varios años.
El estudio de este fenómeno puede ayudar a los científicos a comprender mejor el comportamiento de los agujeros negros cuando se alimentan, y que Cendes compara con «eructar» después de la comida.https://observatori.uv.es/un-agujero-negro-escupe-material-anos-despues-de-destrozar-una-estrella/
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