viernes, 1 de julio de 2022

Un experimento de la NASA sugiere la necesidad de busca de indicios de vida en Marte a mayor profundidad


 Según un nuevo experimento de laboratorio de la NASA, es posible que los rovers tengan que excavar unos dos metros o más bajo la superficie marciana para encontrar signos de vida antigua, porque la radiación ionizante del espacio degrada moléculas pequeñas como los aminoácidos con relativa rapidez.

Los aminoácidos pueden ser creados por la vida y por la química no biológica. Sin embargo, si se encontraran ciertos aminoácidos en Marte se consideraría un potencial signo de vida marciana antigua, porque la vida terrestre los usa como un componente para construir proteínas. Las proteínas son esenciales para la vida, ya que se utilizan para fabricar enzimas que aceleran o regulan las reacciones químicas y para formar estructuras.

“Nuestros resultados sugieren que los aminoácidos son destruidos por los rayos cósmicos en las rocas y el regolito de la superficie marciana a un ritmo mucho más rápido de lo que se pensaba”, dijo Alexander Pavlov, del Goddard Space Flight Center de la NASA (en Greenbelt, Maryland). “Las misiones actuales del rover en Marte profundizan hasta aproximadamente dos de cinco centímetros. A esas profundidades, se necesitarían solo 20 millones de años para destruir completamente los aminoácidos. La adición de percloratos y agua aumenta aún más la tasa de destrucción de aminoácidos”. 20 millones de años es una cantidad de tiempo relativamente breve porque los científicos están buscando indicios de vida antigua en la superficie que estuviera presente hace miles de millones de años cuando Marte se parecía más a la Tierra.

Este resultado sugiere una nueva estrategia de búsqueda para las misiones que se limitan al muestreo a poca profundidad. “Las misiones con muestreo de perforación superficial tienen que buscar afloramientos expuestos recientemente, por ejemplo, microcráteres recientes con edades inferiores a 10 millones de años o el material expulsado de dichos cráteres”, dijo Pavlov, autor principal de un artículo sobre esta investigación publicado el 24 de junio en Astrobiology.

Los rayos cósmicos son partículas de alta energía (principalmente protones e iones de helio) generadas por eventos poderosos en el Sol y en el espacio profundo, como erupciones solares y explosiones de estrellas. Pueden degradar o destruir moléculas orgánicas cuando penetran metros en una roca sólida, ionizando y destruyendo todo a su paso.

La espesa atmósfera y el campo magnético de la Tierra protegen la superficie de la mayoría de los rayos cósmicos. En su juventud, Marte también tenía estas características, pero perdió esta protección con el paso del tiempo. Sin embargo, hay indicios de que hace miles de millones de años, la atmósfera (más espesa) permitió que el agua líquida persistiera en la superficie del Planeta Rojo. Dado que el agua líquida es esencial para la vida, los científicos quieren saber si la vida surgió en Marte en algún momento pasado y buscan pruebas de vida marciana antigua examinando las rocas de Marte en busca de moléculas orgánicas como son los aminoácidos.

El equipo mezcló varios tipos de aminoácidos en sílice, sílice hidratada o sílice y perclorato para simular las condiciones del suelo marciano, luego selló las muestras en tubos de ensayo en condiciones de vacío para simular el aire marciano. Algunas muestras se mantuvieron a temperatura ambiente, lo más caliente que jamás haya estado en la superficie de Marte, mientras que otras se enfriaron a -55 grados Celsius. Las muestras se bombardearon con varios niveles de radiación gamma, un tipo de luz altamente energética, para simular dosis de rayos cósmicos recibidas durante unos 80 millones de años de exposición en las rocas de la superficie marciana.

Este experimento ha sido el primero en mezclar aminoácidos con suelo marciano simulado. Los experimentos anteriores probaron la radiación gamma en muestras de aminoácidos puros, pero es muy poco probable encontrar un grupo grande de un solo tipo de aminoácido en una roca de mil millones de años.

“Nuestro trabajo es el primer estudio integral en el que se analizó la destrucción (radiólisis) de una amplia gama de aminoácidos bajo una variedad de factores relevantes para Marte (temperatura, contenido de agua, abundancia de perclorato) y se compararon las tasas de radiólisis”, dijo. Pavlov. “Resulta que añadir silicatos y, en concreto, silicatos con percloratos, aumenta en gran medida las tasas de destrucción de los aminoácidos”.

Si bien aún no se han encontrado aminoácidos en Marte, se han descubierto en meteoritos, incluido uno de Marte. “Identificamos varios aminoácidos de cadena lineal en el meteorito marciano antártico RBT 04262 en Astrobiology Analytical Lab en Goddard que creemos que se originaron en Marte (sin contaminación de la biología terrestre), aunque el mecanismo de formación de estos aminoácidos en RBT 04262 sigue sin estar claro”, dijo Danny Glavin, coautor del artículo en Goddard de la NASA. “Dado que los meteoritos de Marte normalmente son expulsados ​​desde profundidades de al menos un metro, es posible que los aminoácidos en RBT 04262 estuvieran protegidos de la radiación cósmica”.

Los rovers Curiosity y Perseverance de la NASA han encontrado materia orgánica en Marte; sin embargo, no es un signo concluyente de vida ya que podría haber sido creada por química no biológica. Además, los resultados del experimento implican que es probable que el material orgánico observado por estos rovers haya sido alterado con el tiempo por la radiación y, por lo tanto, no son como cuando se formaron.

La investigación fue financiada por la NASA con el premio número 80GSFC21M0002, 15-EXO15_2-0179 y el Planetary Science Division Internal Scientist Funding Program de la NASA a través del paquete de trabajo de Fundamental Laboratory Research (FLaRe).https://observatori.uv.es/un-experimento-de-la-nasa-sugiere-la-necesidad-de-busca-de-indicios-de-vida-en-marte-a-mayor-profundidad/

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