Esta imagen es de una simulación de dos agujeros negros se fusionan y la emisión resultante de la radiación gravitatoria, publicado por la NASA en 2012.
Imagínate la escena: dos agujeros negros gigantes, cada uno de ellos de una buena fracción del tamaño de nuestro Sistema Solar en espiral alrededor del otro. Cada vez más cerca se dibujan hasta que se toquen y se funden en una sola aún más gigantesca prisión, gravitacional.
Pero ¿qué se vería realmente?
Para un evento tan catastrófico, podría suceder todo l con notable sigilo porque los agujeros negros, por su propia naturaleza no emiten luz en absoluto. En lugar de luz, sería una historia diferente si nuestros ojos podían ver las ondas gravitacionales.
Esto es lo que la fusión de dos agujeros negros se vería así. Se trata de una simulación por ordenador de las ondas gravitacionales que repercutirán lejos de la colisión titánica, un poco como las ondas en un estanque cuando una piedra cae en el agua.
En el caso de las ondas gravitacionales, las perturbaciones no son en agua, pero en el continuo espacio-tiempo. Esta es la 'tela' matemática de espacio y tiempo que Albert Einstein utilizó para explicar la gravedad.
La radiación gravitacional se ha observado indirectamente pero nunca se había visto directamente. Su detección abriría una nueva forma de estudiar el Universo. Como resultado, los astrónomos están trabajando en ambos detectores basados en el espacio terrestre y. Y es un verdadero desafío.
La radiación gravitacional es muy difícil de medir. Las ondas causan átomos a 'bob' a sólo 1 parte en 000 000 000 1.000 000 000 000. La construcción de un detector para notar esto es como medir la distancia de la Tierra al Sol con la precisión del tamaño de un átomo de hidrógeno.
Después de décadas de desarrollo de la tecnología y los experimentos, los detectores en el terreno están a punto, con la sensibilidad requerida. Las primeras detecciones se espera que en los próximos años. Pero estos detectores pueden ver sólo la mitad de la imagen. La masa de los agujeros negros en colisión determina la frecuencia de la radiación gravitacional.
La fusión de los pequeños agujeros negros, cada uno de aproximadamente un par de veces la masa del Sol, creará ondas gravitacionales de alta frecuencia que se podían ver desde el suelo. Pero los agujeros negros gigantes que se sientan en el centro de las galaxias con masas de un millón de veces la del Sol generarán ondas gravitacionales de frecuencia mucho más baja. Estos no se pueden detectar con los sistemas basados en tierra debido a la interferencia sísmica y otros ruidos que abrumarían las señales. Por lo tanto, se necesitan observatorios espaciales.
ESA ha seleccionado el Universo gravitacional como el foco para la tercera gran misión en el plan de Visión Cósmica, con una fecha de lanzamiento de alrededor de 2.034.
El desbloqueo del Universo gravitacional requerirá una misión muy ambiciosa. Como preparación, la ESA lanzará LISA Pathfinder en noviembre de este año para probar algunas de las tecnologías esenciales que se necesitan para construir la confianza en los futuros observatorios de ondas gravitacionales bordo de vehículos espaciales.
.http://www.esa.int/Highlights/
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