Los observatorios de LIGO en Hanford y LIGO en Livingstone. Crédito: Caltech/MIT/LIGO Lab. |
El 11 de febrero de 2016, la colaboración científica de LIGO (LSC) y la colaboración Virgo anunciaron que LIGO había realizado la primera observación directa de ondas gravitacionales. Las ondas fueron generadas por un choque tremendamente potente de dos agujeros negros a 1300 millones de años-luz de distancia y fue registrado por los dos detectores de LIGO, uno en Hanford (Washington) y el otro en Livingstone (Louisiana), Estados Unidos. Una segunda detección fue anunciada el 15 de junio de 2016, también procedente de agujeros negros en proceso de fusión.
Las detecciones iniciales fueron realizadas durante el primer periodo de funcionamiento tras sufrir importantes actualizaciones técnicas dentro del programa llamado LIGO Avanzado, entre septiembre de 2015 y enero de 2016. Desde entonces, ingenieros y científicos han estado evaluando el funcionamiento de LIGO, realizando mejoras en sus láseres, electrónica y óptica, consiguiendo un aumento global de la sensibilidad de LIGO.
"Con nuestra sensibilidad mejorada y un periodo de observación más largo, probablemente observaremos más fusiones de agujeros negros en este tramo de observaciones y conoceremos mejor la dinámica de los agujeros negros. Estamos ahora, gracias a LGO, empezando apenas a conocer la frecuencia con que se producen estos eventos", explica Dave Reitze (Caltech).
El detector de Livingstone tiene ahora una sensibilidad un 25 por ciento mayor que durante el primer periodo de observaciones. Esto significa que ahora puede detectar fusiones de agujeros negros a mayores distancias que antes y, por tanto, debería de poder ver más fusiones. La sensibilidad del detector de Hanford es similar a la del primer periodo de observaciones.http://observatori.uv.es/
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