Ilustración de artista de un exoplaneta similar a la Tierra. Crédito: Michael S. Helfenbein. |
"No se necesita nada más que los propios datos, lo que es una novedad", comenta John Wettlaufer (Yale). "Además nos permite comparar nuestros descubrimientos con otros métodos tradicionales y mejorar las hipótesis de los modelos que están utilizando".
La búsqueda de exoplanetas se ha intensificado en años recientes. Los científicos emplean muchas técnicas diferentes, aunque todas ellas presentan dificultades, relacionadas principalmente con la eliminación de datos secundarios (ruido) que no encajan con los modelos que ya existen sobre cómo se espera que se comporten los planetas. En esta interpretación tradicional del ruido, las búsquedas pueden verse obstaculizadas por datos que oscurecen o imitan a los exoplanetas.
Wettlaufer y sus colaboradores decidieron buscar exoplanetas del mismo modo en que han estudiado datos de satélite para encontrar cambios complejos en el hielo del Ártico. Consiste en cribar los datos en todas las escalas temporales, extrayendo los procesos asociados a ellos. "La idea clave es que los sucesos cercanos en el tiempo es más probable que se parezcan que los que están más alejados temporalmente", explica Wettlaufer. "En el caso de exoplanetas, son las fluctuaciones en la intensidad espectral de la estrella lo que estamos estudiando".
El nombre formal del método es "análisis multifractal de fluctuaciones sin tendencias con pesos temporales". Los investigadores han confirmado la precisión de su metodología comprobándola con observaciones y datos simulados de un planeta que se sabe que está en órbita alrededor de una estrella en la constelación de Vulpecula, aproximadamente a 63 años-luz de la Tierra.http://observatori.uv.es/
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