Corea del Norte ha asegurado que seguirá adelante con sus planes para lanzar un satélite el próximo mes de abril haciendo uso de su derecho "universalmente reconocido" como estado soberano a pesar de los recelos de la comunidad internacional sobre el proyecto. Estados Unidos, la UE, Rusia y China --estos últimos aliados del régimen comunista-- han exhibido un raro consenso a la hora de intentar disuadir a Pyongyang del lanzamiento del aparato, para el que se empleará un cohete de largo alcance que podría contravenir aspectos de las resoluciones sancionadoras impuestas por Naciones Unidas contra el país.
Sin embargo, la agencia oficial de noticias norcoreana y portavoz del régimen, la KCNA, indica este domingo que el "pacífico desarrollo y uso del espacio es un derecho legítimo universalmente reconocido de un estado soberano". Pyongyang defiende que el satélite tiene por objetivo "el estudio científico" y mantiene que "el uso del espacio para el desarrollo económico no puede quedar ya en manos de unos pocos países", según el texto recogido por la agencia oficial de noticias surcoreana, Yonhap.
Para Estados Unidos, no obstante, se trata de un ensayo de un misil balístico y por lo tanto va más allá de lo permitido por las resoluciones sancionadoras impuestas por la ONU. En ocasiones anteriores, Corea del Norte ha utilizado el nombre de 'Kwangmyongsong' para lo que se podrían considerar pruebas disimuladas con los misiles de largo alcance conocidos como 'Taepodong', que se llevaron a cabo en 1998 y en 2009.
El lanzamiento tendrá lugar entre los días 12 al 16 de abril, coincidiendo con el centenario del nacimiento del padre de la República Popular Democráctica de Corea (Corea del Norte), Kim Il Sung, abuelo del actual líder del país, Kim Jong Un.
Los analistas entienden que esta ceremonia serviría para potenciar el carisma de Kim tras asumir recientemente el poder después de la muerte de su padre, Kim Jong Il, el pasado mes de diciembre.
El anuncio se produce en el contexto de la implementación del acuerdo que Corea del Norte y Estados Unidos alcanzaron el pasado 29 de febrero para que Pyongyang suspenda sus programas de enriquecimiento de uranio y de misiles de lago alcance y permita el acceso de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) al complejo de Yongbyon, a cambio de que Washington envíe 240.000 toneladas de ayuda humanitaria. http://www.europapress.esleer mas
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