Misterios del planeta rojo: ¿quien será el primero en pisar la superficie marciana?

La agencia espacial rusa Roscosmos planea participar en el proyecto europeo “ExoMars” destinado a enviar dos misiones de investigación al Planeta Rojo en 2016 y 2018. La entidad emitirá una declaración oficial al respecto a comienzos de marzo, después de sostener negociaciones con la Agencia Espacial Europea (ESA). Para entonces, se habrá esclarecido por completo el papel de “Roscosmos” en las misiones futuras. De esta manera, “ExoMars” se convertirá en un proyecto ruso-europeo, después de que EEUU abandonara recientemente el programa debido a recortes del presupuesto de la NASA. En 2016 el proyecto “ExoMars” tiene programado lanzar hacia el planeta Rojo dos artefactos: una sonda orbital y un módulo de descenso estacionario. En el año 2018 está previsto enviar a Marte un vehículo de superficie multifuncional. Ambos lanzamientos deberían efectuarse por cohetes pesados norteamericanos “Atlas V”. El otoño pasado la NASA dio a entender que para 2016 podría haber problemas con el cohete y Jean Jacques Dordain, Director General de la ESA, invitó a Rusia a participar en "ExoMars". Esta participación no se limitaría al cohete –portador “Proton”, matizó Dordain. La parte rusa sería el tercer participante pleno del proyecto, llevaría a cabo experimentos propios y enriquecería considerablemente la misión, aseguró el Director General de la ESA. Entonces se supuso que en 2018 el lanzamiento se realizaría con ayuda del cohete norteamericano, pero la NASA decidió retirarse definitivamente del proyecto marciano. Habla Alexander Zajárov, secretario científico del Instituto de Investigaciones Espaciales de la Academia de Ciencias de Rusia:

–La participación de la NASA en el proyecto marciano europeo parecía el movimiento un péndulo: una vez accedían, otra vez renunciaban, luego volvían a acceder. Pero a la postre renunciaron definitivamente porque les recortaron el presupuesto para la exploración espacial. En vez de aumentarlo, como solían hacer antes, lo recortaron. Por eso les faltó dinero.

Según este científico, entre los aparatos que Rusia podría aportar al proyecto "ExoMars" estarían los detectores neutrónicos destinados a buscar agua. Nuestros técnicos diseñaron un detector de este tipo para el Laboratorio Científico Marciano, un robot autopropulsado de grandes dimensiones creado por la NASA y actualmente vuela con destino a Marte. También podemos proporcionar módulos de descenso que se distinguen por su buen diseño, recuerda Alexander Zajárov:

–Nuestra participación puede extenderse a la creación del sistema de amartizaje - ya que las sondas europeas no se han posado nunca sobre la superficie de Marte – y realizar experimentos científicos. La sonda orbital sería europea al igual que el módulo de descenso, pero en la creación de éste último participaría la Agrupación Científico-Industrial “Lávochkin”. El proyecto "ExoMars" será de dos fases. La que arranca en 2016 será “de prueba”. Los europeos fabricarán un módulo de descenso para poner a prueba el proceso de amartizaje. Por eso ahí habrá poca investigación científica. En la siguiente fase prevista para 2018 volaría a Marte un vehículo capaz de desplazarse por la superficie marciana y cargado de dispositivos científicos. Por cierto, la sonda orbital también llevaría muchos ingenios científicos y allí podrían instalarse nuestros aparatos.

La sonda orbital confeccionará un mapa de áreas del planeta donde salen a la atmósfera metano y otros gases. La procedencia del metano tiene muy intrigados a los científicos: en Marte no hay actividad volcánica, así que las sospechas recaen sobre la segunda fuente de origen que son hipotéticos microorganismos. Al lado de una de estas áreas posará el vehículo autopropulsado cuya misión principal será buscar indicios de vida primitiva. Vestigios de microorganismos podrían encontrarse a la profundidad de dos metros adonde no llega la radiación. Por eso el vehículo estará dotado de una larga perforadora capaz de extraer muestras de suelo. La misión "ExoMars" ayudará a entender mejor la evolución del planeta y evaluar la magnitud de riesgos que enfrentará la expedición tripulada a mediados de este siglo.

Este proyecto le ofrece a Rusia una buena oportunidad para mantener el segmento marciano de sus investigaciones tras el fracaso de la sonda “Fobos-Grunt”. http://spanish.ruvr.ru/leer mas