¿Puede un objeto celeste ser tan largo que mida aún más que la distancia entre el Sol y la Tierra? Parece un imposible, como intentar meter un elefante en un sombrero, pero es muy probable que sea cierto. El gigante se llama C/2006 P1 McNaught y es un viejo conocido, porque hace tres años se convirtió en el cometa más brillante visto desde la Tierra en casi medio siglo. Ahora, científicos británicos creen que este bólido celeste puede ser el más grande jamás medido en el universo. Las conclusiones serán presentadas por el cientítico Geraint Jones, del Mullard Space Science Laboratory de la London's Global University (UCL), en el Encuentro Nacional de Astronomía que se celebra estos días en Glasgow.
Las supermedidas salen con una nueva fórmula. El equipo científico recurrió a datos de la nave espacial Ulysses de la NASA y de la agencia europea ESA, una sonda no tripulada diseñada para estudiar el Sol a todas las latitudes. En lugar de utilizar la longitud de la cola para medir la escala del cometa, el objetivo era medir el tamaño de la región del espacio que resultaba perturbada por su presencia. La información del magnetómetro muestra las evidencias de la descomposición de ondas de choque que rodean el cometa. Estas ondas se crean cuando el gas ionizado emitido por el núcleo del cometa se une a las rápidas partículas del viento solar, provocando que el viento se frene bruscamente.
El cometa McNaught se hizo popular en 2007 cuando, en los meses de enero y febrero, se convirtió en el más brillante visible desde la Tierra en 40 años. Casualmente, Ulysses se cruzó con la cola del cometa durante ese tiempo, uno de los tres encuentros no planeados con los escombros de un bólido celeste durante su misión de 19 años. La sonda encontró el gas ionizado de la cola de McNaught a una distancia del núcleo del cometa más de 1,5 veces la distancia entre la Tierra y el Sol, es decir, 225 millones de kilómetros. Una longitud descomunal, mucho mayor que la espectacular cola de polvo que fue vista desde nuestro planeta en 2007 y que deja atrás a otros cometas que también alcanzan los millones de kilómetros.
18 días para atravesarloSin embargo, «fue muy difícil observar la cola de plasma del McNaught en comparación con la brillante cola de polvo, así que no podemos estimar cuál es su longitud exacta», apunta el responsable de la investigación. «Lo que sí podemos decir es que a Ulysses le llevó 2,5 días atravesar el viento solar alrededor del cometa Hyakutake, mientras que hacer lo mismo en el McNaught le costó nada menos que 18 días. Esto demuestra que el cometa suponía un obstáculo enorme para el viento solar».
Otra comparación con los tiempos de cruce de otros encuentros con cometas confirman la gran escala del McNaught. La nave Giotto se cruzó con el cometa Grigg-Skjellerup en 1992 y sólo tardó una hora en atravesar su región de ondas de choque. Para el cometa Halley, fueron suficientes unas pocas horas.
Para Jones, «la escala de un cometa activo depende del nivel de salida de gases en lugar del tamaño del núcleo. Los núcleos de los cometas no son necesariamente activos sobre sus superficies totales, lo que sí podemos decir es que el nivel de producción de gas del McNaught es claramente mucho mayor que el de Hyakutake».
Fuente :http://www.abc.es
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