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Credit: Courtesy of Mike Wong, Franck Marchis & W.M. Keck Observatory |
La confusión en el interior del Cinturón Ecuatorial Sur de Júpiter, desaparecido y que ahora reemerge lentamente, puede observarse con detalle sin precedentes gracias al sistema de óptica adaptativa del telescopio Keck II, y la cooperación de la helada luna joviana Europa. En una nueva imagen tomada con el Keck, el gigante de gas se ve con el aspecto que tiene en luz termal infrarroja, a longitudes de onda de casi 5 micras (mostradas en rojo y amarillo), sobrepuesta a una imagen compuesta obtenida a partir de tres bandas infrarrojas más cortas (1.21, 1.58 y 1.65 micras).
"El infrarrojo termal atraviesa la cubierta de nubes", afirma el astrónomo Mike Wong de la Universidad de California en Berkeley. Los datos infrarrojos termales son esenciales para mostrar el calor procedente del interior de Júpiter que es irradiado al espacio. Las otras tres bandas infrarrojas, en cambio, son luz solar reflejada. Juntándolas y comparando el resultado con las imágenes en luz visible, los científicos obtienen la imagen de una capa de nubes heladas, altas y brillantes, que está perdiendo grosor y rompiéndose, y que ha oscurecido el Cinturón Ecuatorial Sur, de color rojo-marrón, durante un año, haciéndolo parecer como una amplia zona blanca.
Para conseguir que funcionara la óptica adaptativa hubo que utilizar la luna Europa, ya que Júpiter es tan brillante que esconde a la estrella láser de guía. El 30 de noviembre de 2010 la helada luna joviana Europa se colocó justo en la posición adecuada para poder realizar las observaciones con la óptica adaptativa.http://observatori.uv.es/leer mas
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