Un asteroide del tamaño del Titanic causó la cicatriz que apareció en la atmósfera de Júpiter el 19 de julio de 2009, según dos artículos recientemente publicados en la revista Icarus. Datos obtenidos con tres telescopios infrarrojos han permitido observar las temperaturas templadas y condiciones químicas únicas asociadas a los resultados del impacto. Juntando todas las señales de los gases y residuos oscuros que produjeron las ondas de choque del impacto, un equipo internacional de científicos fue capaz de deducir que el objeto era más probablemente un asteroide rocoso que un cometa helado.
"Tanto el hecho de que se produjera el impacto y el resultado de que pudo haber sido un asteroide en lugar de un cometa nos muestra que el sistema solar exterior es un lugar dinámico, complejo y violento, y que podría haber muchas sorpresas esperándonos ahí fuera", comentó Glenn Orton. "Todavía hay mucho que estudiar en el sistema solar exterior".http://observatori.uv.es leer mas
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