lunes, 27 de octubre de 2014

Observan la explosión de una estrella con claridad sin precedentes

Ilustración artística de una nova con un flujo de materia que está siendo atrapada de la estrella donante (derecha) hacia la enana blanca compacta (izquierda). Crédito: David A. Hardy / astroart.org
 
Un equipo de astrónomos ha observado la bola de fuego termonuclear en expansión de una nova que explotó el año pasado en la constelación del Delfín. Las observaciones permitieron obtener las primeras imágenes de una nova durante los momentos iniciales de la explosión, revelando cómo evoluciona y se expande la estructura del material expulsado mientras el gas se dispersa y enfría. Parece que la expansión es más complicada de lo predicho por los modelos sencillos empleados con anterioridad.


Una nova se produce por la acumulación de una delgada capa de hidrógeno sobre la superficie de una enana blanca - una estrella muy evolucionada, con el diámetro de la Tierra y la masa del Sol. El hidrógeno lo proporciona una compañera cercana, que es una estrella normal, en un sistema binario de estrellas, en el que las dos estrellas están en órbita alrededor de su centro de masa. Cuando este océano tiene unos 200 metros de profundidad, la enorme gravedad superficial de la enana blanca produce presiones en el fondo de la capa de hidrógeno suficientemente altas como para iniciar la fusión termonuclear, en esencia, una bomba H estelar. La luz de la explosión excederá con mucho el brillo normal de la estrella y el objeto será repentinamente visible a simple vista en una posición del cielo donde previamente no se había visto una estrella brillante. Durante las semanas posteriores, la estrella va perdiendo brillo lentamente mientras la bola de fuego se expande, enfría y disipa. Sorprendentemente, este cataclismo en la superficie de la enana blanca no parece tener ningún efecto real sobre su compañera, y el flujo de materia se restablece de modo que la detonación probablemente se repita en el futuro.

Ahora, el conjunto de telescopios CHARA ha observado la nova llamada Nova Del 2013, tomando imágenes de la bola de fuego para medir su tamaño y forma. La medida del ritmo de expansión angular de la nova, combinada con medidas de la velocidad de expansión obtenidas con observaciones espectroscópicas independientes permitió a los investigadores determinar la distancia a la estrella. Se encontró que Nova Del 2013 está a 14800 años-luz del Sol. Esto significa que aunque la explosión fue observada en la Tierra en agosto de 2013, realmente se produjo hace casi 15000 años. El ritmo de expansión observado fue de más de 600 kilómetros por segundo, alimentado por la violencia de la explosión termonuclear del hidrógeno en la superficie de la enana blanca.http://observatori.uv.es/

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