martes, 6 de marzo de 2012

El cielo que saludó a Valentina Tereshkova

“!Hey, cielo, quítate el sombrero!”, exclamó Valentina Tereshkova, la primera mujer cosmonauta de la Historia, antes de emprender el vuelo.
Tereshkova partió en una nave “Vostok” en junio de 1963, y en tres días dio cuarenta y ocho vueltas alrededor de la Tierra. Hoy 6 de marzo, la general mayor Tereshkova, Héroe de la URSS, ciudadana honoraria de numerosos países del mundo y diputada de la Duma de Estado cumple setenta y cinco añosEn la víspera del lanzamiento dijo a sus familiares que partía a una competición de paracaidistas. Ellos se enteraron del vuelo por las noticias de la radio. La proeza fue antecedida de entrenamientos prolongados y agotadores. En aquellos años, el sistema de preparación de cosmonautas era excesivamente riguroso. Lo más duro no era siquiera la centrifuga, con sobrecargas colosales, ni la cámara térmica sino las pruebas sicológicas. Siete días en un espacio cerrado, en una habitación blanca sin objeto alguno. En tanto, ella sonreía y entonaba canciones… Tereshkova, antes de postular al destacamento de cosmonautas trabajaba en una fábrica de neumáticos y practicaba paracaidismo en el club aéreo de Yaroslavl. Había estudiado en una escuela técnica, relata el cosmonauta Vladimir Janibekov, dos veces Héroe de las URSS:

–Sorprendente el destino de esta mujer rusa que fue capaz de superar todo lo que enfrentó en su camino. El listón mismo de la partida: la biografía proletaria del comienzo, luego la escuela deportiva de aviación y el vuelo mismo. Más adelante, la prueba de la fama, las tareas sociales y públicas colosales. Seguramente, dificultades de carácter personal, y todo ello sobrelleva dignamente Tereshkova, una mujer rusa hermosa y admirable.

En los pasillos, la nave “Vostok-6” era denominada “lata de conserva”. Pues, era a tal grado pequeña que, era posible encontrarse en ella sólo semiacostado. Y la cosmonauta tuvo que estar en esa posición tres días. Tereshkova recuerda que, en el programa automático de la nave hubo un fallo serio:

–Fue un secreto que guardé treinta años. El programa fue creado de tal manera que, en lugar de maniobrar el sistema de descenso a la Tierra, la orbita se elevaba y desde la Tierra volaba hasta allá.

Aquel error fue advertido a tiempo y se informó al Centro de Control de Vuelos. Una vez recibidos los datos necesarios, Tereshkova los incluyó en el sistema y regresó sin novedad. Los equipos espaciales, tanto en la Unión Soviética como en EEUU era aun muy nuevos y los especialistas no tenían experiencia, explica Igor Lisov, analista de la revista Noticias de la cosmonáutica:

–En aquellos tiempos, todo vuelo al espacio, tanto nuestro como norteamericano, era una hazaña. Pues, no se sabía cabalmente cómo se comportaría el organismo humano. No existían los medicamentos que pudieran atenuar la situación correspondiente. Aquello era realmente muy pesado y peligroso. Y la percepción de entonces por Tereshkova como persona, que realizó una hazaña sin precedente, ha sido en general confirmada por el tiempo.

Luego de cumplido aquel vuelo espacial, Tereshkova finalizó con las más altas calificaciones la Academia Militar Aérea. Profesora, autora de más de cincuenta trabajos científicos, durante largo tiempo trabajó en el Centro de Preparación de Cosmonautas y desplegó una labor pública internacional muy notable.

Tereshkova es la única mujer de la Tierra que realizó un vuelo espacial en solitario. Todas las mujeres cosmonautas que le siguieron viajaron al cosmos sólo como integrantes de una tripulación.
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