domingo, 11 de abril de 2010

Primeras imágenes de un misterioso eclipse que dura dos años y medio


JUDITH DE JORGE | MADRID

Por primera vez, los astrónomos han podido observar directamente un misterioso y oscuro objeto celeste que ha dejado perplejos a los observadores del cielo desde hace 200 años. Se trata de una densa nube de escombros que esconde una estrella en el sistema binario de Epsilon Aurigae, a 2.000 años luz de la Tierra. Cada 27 años, este disco de polvo espacial se coloca frente a la estrella principal del sistema, provocando un larguísimo eclipse que dura nada menos que 18 meses, y que puede verse en el vídeo que acompaña estas líneas, evidentemente muchísimo más breve. La observación ha podido ser realizada gracias a un instrumento desarrollado por investigadores de la norteamericana Universidad de Michigan.

«Ver es creer», asegura el astrónomo John Monnier, autor de la investigación, que se publica en la revista Nature. Epsilon Aurigae es el quinto sistema estelar más brillante en la constelación de Auriga. Desde que fuera observado por primera vez durante el siglo XIX, el sistema ha desconcertado a los investigadores. Los astrónomos sabían que la estrella es más tenue de lo que debería ser, dada su masa, y que su brillo disminuía durante más de un año cada pocos meses. Los científicos suponían que se trataba de un sistema binario en el que una compañera era invisible, pero no eran capaces de identificar qué tipo de objeto era esa compañera misteriosa que se ponía por delante.

Forma de elipseLas imágenes captadas por el equipo confirman esta hipótesis, ya que se ha podido observar un cuerpo inclinado y con forma de elipse frente a la estrella principal que causa el apagón durante 18 meses. Las imágenes permitieron a los investigadores estimar las dimensiones y masas de los tres componentes del sistema. «No hay otro sistema conocido como éste», afirma Monnier. El disco parece mucho más plano que los modelos recientes que sugieren el telescopio espacial Spitzer.
Las imágenes fueron captadas gracias a una colección de seis telescopios con lentes de un metro de diámetro que, al combinarse, funcionan como un interferómetro, instrumento que emplea la interferencia de las ondas de luz para medir la longitud de onda de las mismas con gran precisión. La resolución de las imágenes captadas por estos telescopios es tal que supera a la del telescopio Hubble.
Fuente; www.abc.es

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